Del paisaje característico de la Guarenas de antaño, y que hoy sigue engalanando a nuestro pueblo, reconocemos sin duda alguna a la calle Régulo Fránquiz, también conocida como la Bajada de Los Almendrones de Guarenas.
La Bajada de los Almendrones siempre ha comunicado al Pueblo Arriba con la Llanada, siendo un sendero muy transitado de la Guarenas de antaño, que permitía conectar a la calle Real o Comercio con la Carretera del Este desde la Esquina de La Calzada.
Su peculiar nombre se debe a que hasta inicios del siglo XX el lateral norte de la bajada estaba cubierto de unos hermosos almendrones, siempre cargados de frutos.
Por ello, los guareneros en su cotidianidad llamaron a este sendero como Bajada de los Almendrones.
La fotografía principal nos muestra la Bajada de los Almendrones para el año 1915, dejándose ver estos árboles en su lateral norte.
La Bajada de los Almendrones tiene un recorrido de 150 metros, siendo casi paralela con el antiguo segmento de la calle Real conocido como la Bajada Carabobo, donde funcionó la escuela federal del mismo nombre, en una casona que originalmente fue propiedad del Señor Adesso, quien fuera también propietario del Jardín Número 1.
Además, la Bajada de los Almendrones está unida a una calle de 190 metros de longitud que bordea el frente de la Plaza Bolívar y el lateral norte de la Catedral Nuestra Señora de Copacabana.
En 1939, se propuso bautizar a todo este trayecto de 340 metros con el nombre del fundador del pueblo, Reverendo Gabriel de Mendoza, rindiendo así homenaje a quien fuera el encargado de los asuntos eclesiásticos para la fundación de este pueblo de indios.
Finalmente, la calle fue bautizada en 1940 como Pbro. Régulo Fránquiz, después del decreto del Concejo Municipal del Distrito Plaza que le confirió el título de hijo ilustre de Guarenas.
Este pasaje entre el Pueblo Arriba y La Llanada de Guarenas, es quizás uno de los pocos sitios que ha conservado en gran medida su fisonomía arquitectónica .
La Bajada de Los Almendrones de Guarenas ha estado siempre integrada a la vida cotidiana, cultural y tradicional del guarenero.
Recuerdo cuando recorría sus aceras con mi madre los domingos para asistir a Misa en la Iglesia Nuestra Señora de La Copacabana.
Igualmente, a través de ella acompañábamos todos los años hasta el Pueblo Arriba la procesión del Nazareno desde la Iglesia La Candelaria.
En aquellos días de la década de 1950 y muy temprano en la mañana, algunas niñas preferían subir apresuradas por los Almendrones, ya que tiene menor inclinación, para luego empalmar con la Bajada Carabobo por detrás de la Iglesia y llegar puntuales a la Escuela Federal Carabobo, institución exclusivamente para ellas.
Y como olvidar los carnavales artísticos de Guarenas en la década de 1960, cuyas comparsas transitaban los alrededores de la Plaza Bolívar, para luego bajar a la Llanada del pueblo a través de la Bajada de los Almendrones.
Con toda solemnidad, los cortejos fúnebres partían de la Iglesia Nuestra Señora de La Copacabana hasta el Cementerio Municipal de Las Clavellinas. La procesión bajaba por la calle Régulo Fránquiz.
Así mismo, las manifestaciones sociales de la población ineludiblemente han requerido transitar este pasaje para poder concurrir a la casa del gobierno local.
En mi juventud y como vecino del sector La Candelaria, mirar hacia el Pueblo Arriba desde la Llanada me resultaba en una imagen pintoresca, permitiéndome contemplar a tan majestuosa bajada.
Esta estampa fue complementada cuando a partir del año 1957 fue remodelada la Iglesia Nuestra Señora de La Copacabana y se erigió la imponente torre del campanario.
La Bajada de Los Almendrones de Guarenas siempre ha sido un recorrido placentero para el guarenero.
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Fundador y editor de Campanario Urbano. Docente y director jubilado. Investigador de la historia de Guarenas. Fue cronista de prensa regional y apasionado coleccionista de fotografías y documentos antiguos.