Al pensar en el Caminito de Guarenas, recordamos que los pueblos originarios de Venezuela construyeron senderos a través de los cuales establecieron una red de comunicación para la transportación e intercambio de productos.
La etnia Caribe, y en especial sus tribus indígenas descendientes Mariches y Charagotos, trazaron una red de caminos primitivos a través de las montañas y valles de los actuales municipios Sucre y Ambrosio Plaza.
En el siglo XVI, esta misma red de caminos sería usada por ellos con fines bélicos para defender su territorio, haciéndole frente al conquistador español.
Para inicios del siglo XIX, cuando se instala la Primera República, solo se había logrado construir una precaria red de caminos y trochas para el tránsito de carretas, lo que permitía un intercambio comercial solo entre ciudades y puertos.
Para esa época, la ciudad de Caracas mantenía una plena relación comercial con los valles del Cantón de Guarenas, en donde existían 528 tablones de caña dulce repartidos entre numerosas haciendas de trapiche.
El rico papelón era transportado de Guarenas a Caracas a través de un escabroso camino, cuyas pronunciadas pendientes y desniveles hacían perder en muchas ocasiones la mercancía.
El interés comercial en los productos derivados de la caña de azúcar fomentó la construcción de una senda propicia entre Caracas y el Cantón de Guarenas.
Es así como en 1834, durante la presidencia de José Antonio Páez, se proyectó la rectificación del sendero a Guarenas para transformarlo en un camino carretero.
Para ello, y siguiendo las recomendaciones del informe entregado por Juan Manuel Cagigal, se ejecutó el primer tramo de la Carretera del Este entre Caracas y el pueblo de Petare.
En 1847, el presidente José Tadeo Monagas estableció la ley de centralización, desmontando el esquema colonial de comunicación orientada solo a los puertos, dando prioridad a la comunicación entre las capitales de provincia. Para ello creó la Junta de Caminos, integrada por ingenieros venezolanos y contratistas fabricantes de material vial. En 1856, la Junta de Caminos fue sustituida por una Junta de Fomento, la cual se encargaría, entre otras cosas, de regir la construcción de la Carretera del Este en su tramo Petare-Guarenas.
Pero no sería sino hasta 1870, durante la presidencia de Antonio Guzmán Blanco, cuando se retomó la construcción de la Carretera del Este, partiendo desde Petare, pasando por Turumo, para continuar hacia el Cantón de Guarenas.
En 1872, Antonio Guzmán Blanco constituyó la Junta de Fomento de Guarenas, financiando la construcción de la Carretera del Este con los recursos aportados por las haciendas de caña de azúcar de la zona. Es así como el “Caminito de Guarenas” fue construido en un 70% con los aportes de la producción papelonera de Guarenas.
El tramo de Turumo fue difícil de construir, ya que el terreno tenía fuertes pendientes en las laderas de la montaña, así como bordes rocosos junto a la quebrada.
La Carretera del Este fue inaugurada el 10 de mayo de 1874, con una inversión total de 187 mil venezolanos (moneda de la época). Para ese momento, el Cantón de Guarenas había sido desarticulado como unidad territorial, siendo ahora constituidos los distritos Plaza, Zamora y Acevedo.
Un mes después de su inauguración, el martes 16 de junio de 1874, el Señor Francisco González Arocha, propietario de la Hacienda La Concepción de Guarenas, inició un negocio de transporte entre Guarenas y Caracas.
Esta línea de coches a caballo salía de Guarenas los martes y viernes a las 4 de la madrugada, llegando a la Plaza La Candelaria de Caracas entre las 8 y 10 de la mañana. El regreso a Guarenas era esos mismos días a las 2 de la tarde.
El precio ida y vuelta Guarenas-Caracas-Guarenas era de 5 venezolanos y 20 centésimos por asiento, mientras que el precio de solo ida Guarenas-Guatire era de 80 centésimos.
En el volante publicitario de este servicio de coches a caballo, se lee en primera línea la típica alabanza excesiva que se hacía a la figura de Antonio Guzmán Blanco: «Loor al Ilustre Americano».
Por la Carretera del Este transitaron aquellos elegantes coches a caballo. Fue un sendero de verdor sin igual, que en su transitar dejaba escuchar el agua que corría por el Río Guarenas. Sus paisajes naturales eran la gran antesala al valle de Guarenas.
Los viajeros decían que el sendero de Guarenas era un caminito dulce debido a las varas de caña de azúcar, al guarapo y al papelón que a lo largo de su recorrido dejaban caer las carretas.
El 24 de junio de 1910, conmemorando la Batalla de Carabobo, Juan Vicente Gómez decretó la creación de varias comisiones exploradoras para estudiar y trazar nuevas vías de comunicación, entregando los lineamientos básicos del Plan Nacional de Carreteras. Su idea venía de la mano con el modernismo, el auge de la explotación petrolera y el uso del automóvil que había comenzado en Venezuela cinco años antes. Ese mismo año se inició la construcción de la nueva Carretera del Este.
Ahora el “Caminito de Guarenas” dejaría de ser de tierra para convertirse en un sendero de pavimento formado por piedra triturada y arena prensada con rodillos compresores.
La ruta de Mariche sería descartada, evitando subir 330 metros desde Petare. La nueva ruta seguiría el curso del río Guarenas, subiendo solamente 130 metros desde Petare, con tramos a tan solo medio metro de altura entre el nivel del agua y la carretera.
En 1914, se culminó el aplanado y pavimentado de los 28 Kms que conforman la Carretera del Este, llegando a Guarenas el primer automóvil en 1915.
Habría que esperar hasta 1919 para ver su tramo completado hasta el Distrito Zamora, siendo parte de la Carretera 4, años más tarde llamada Troncal 9, pero reconocida por todos como la Carretera Nacional, siendo un eje vial que une a Caracas con los estados Miranda, Anzoátegui y Sucre.
Como nota curiosa, muchas personas afirman erróneamente que el Caminito de Guarenas es el sendero de escalinatas que une la calle José Félix Ribas con la calle 5 de Julio del Pueblo Arriba.
Fue en 1956, cuando un enamorado de Venezuela y de la vida plasmó en letra y música el sentimiento de amor y desamor, teniendo a la Carretera del Este como su único testigo cuando él transitaba por sus parajes.
Así nació la famosa canción “Caminito de Guarenas”, inspiración de Billo Frómeta (†) que fue interpretada magistralmente por Manolo Monterrey (†), el Ciclón Antillano, junto a la Orquesta Billo’s Caracas Boys.
Sin lugar a dudas esta pieza musical le otorgó universalidad a Guarenas.
La Carretera del Este, sendero cubierto de papelón, nuestro “Caminito de Guarenas”, es parte de la memoria afectiva de los guareneros.
♫♫♫ “Ha pasado mucho tiempo de aquella flor no queda nada
En el alma solo siento que muy solito te quedabas
Caminito de Guarenas que yo encontré de Guarenas
Caminito de Guarenas que se me fue de Guarenas” ♫♫♫
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Fundador y editor de Campanario Urbano. Docente y director jubilado. Investigador de la historia de Guarenas. Fue cronista de prensa regional y apasionado coleccionista de fotografías y documentos antiguos.