Hace 400 años, el 14 de febrero de 1621, fue fundada Guarenas como pueblo de reducción de indios bajo la doctrina católica y advocación a Nuestra Señora de Copacabana.
Cinco años después, en 1626, en encomienda de objetos litúrgicos para la iglesia del recién fundado pueblo, se recibió una estatuilla tallada en cedro, cuya procedencia siempre se ha atribuido al Alto Perú, hoy Bolivia. Desde 1640 se tiene evidencia de esta imagen en la Iglesia de Guarenas.
Desde hace 395 años los pobladores de Guarenas veneran esta imagen, entronizada en un bello ornamento por encima del altar mayor de la catedral consagrada a su nombre.
La veneración a Nuestra Señora de Copacabana era notoria en los habitantes de Caracas a inicios del siglo XVII, siendo aprobado su culto en el año 1607 por el Obispo Fray Antonio de Alcega, existiendo una imagen de la Virgen de Copacabana en la Ermita de San Pablo, la cual se extravió después de su demolición en 1870.
Para el año 1620, ya existían algunas haciendas en los valles ubicados al este de Petare, habiéndose extendido por igual el culto a la Virgen de Copacabana hacia estos predios, pues los hacendados se ampararon bajo la protección de esta advocación mariana, constituyéndola patrona del lugar. La Virgen de Copacabana era conocida en aquellos tiempos como la milagrosa de la lluvia, a la cual los caraqueños acudían y suplicaban en tiempos de sequía.
Su culto en Guarenas fue oficializado el mismo día de su fundación por el presbítero de Santiago de León y Vicario, Gabriel de Mendoza, quien fue el encargado de los asuntos eclesiásticos para erigir al pueblo bajo la devoción de Nuestra Señora de “Copacaguanas”.
La imagen de Nuestra Señora de Copacabana es una pequeña talla en madera, muy menudita, de 16 centímetros de alto. Su figura la apreciamos de pie, con las manos cruzadas a la altura del pecho. Lleva grabado en su peana el año 1626, y descansa sobre un copón con una media luna horizontal. La cubre un limbo de color dorado que le otorga esplendor a su talla de cedro.
Por más de tres siglos su figura estuvo cubierta por distintos mantos de color azul, elaborados en tafetán, con alegorías de flores y perlas, así como bordados de hilo dorado.
Esta imagen es una de varias réplicas que se realizaron a finales del siglo XVI e inicios del siglo XVII, a partir de la talla original del artesano y descendiente inca Francisco Tito Yupanqui, la cual data de 1583 y que reposa en la Basílica de Copacabana en Bolivia.
La imagen de Nuestra Señora de Copacabana en la Catedral de Guarenas difiere en ciertos aspectos de la imagen original de Francisco Tito Yupanqui, ya que su tallado fue herencia de la interpretación mariana transmitida por diversos escultores de esta advocación.
Para la década de 1970, el cedro y los colores de la Virgen de Copacabana de Guarenas evidenciaban deterioro, en especial la cabeza y rostro de la Virgen. Por ello, el párroco Argentino Sabena ordenó su evaluación y restauración.
Entre otros aspectos, le fue recomendado al Padre Sabena retirar el manto de la veneranda, ya que los ácidos acético y fórmico usados en las tinturas de la tela dañaban paulatinamente la madera de la estatuilla.
En 1982, la imagen y peana fueron bañadas en oro, protegiendo a la madera de agentes externos. Y para evitar el deterioro que producen los rayos solares, a principios de la década de 1990 comenzó a salir en procesión una réplica de mayor tamaño.
Es la Virgen piadosa, cuyas cintas milagrosas avivan la fe de los devotos, porque reconocen en ellas un símbolo de virtud y protección ante enfermedades y angustias. Cintas milagrosas entregadas desde hace más de un siglo cuando Luisa González junto a su familia las ofrecían desde el ventanal de su casa, y cuyo poder de sanación ha traspasado fronteras.
Por cuatro siglos los guareneros han venerado a Nuestra Señora de Copacabana. Cada 21 de noviembre, los pobladores asisten a diversas actividades de devoción y celebración por el día de su patrona.
Esta fecha se hizo coincidir con el aniversario de la Cofradía de la Copacabana, ya que originalmente su Solemnidad era celebrada el 28 de diciembre. Las primeras fiestas patronales de Guarenas fueron el 28 de diciembre de 1664.
La Guarenas de antaño fue testigo de las “novenas” en vísperas de las fiestas patronales, de las ofrendas que sus hijos daban a su gloriosa madre, de la entrega de las cintas milagrosas, de la Comunión de los niños, de la visita pastoral encabezada por el arzobispo, de la administración del Sacramento de la Confirmación, de la colocación de la Veneranda, de la misa solemne celebrada en su honor y de su procesión por las calles del pueblo.
Los guareneros y visitantes de aquel otrora pueblo disfrutaban tardes de toros, así como de una Plaza Bolívar bellamente ornamentada, en donde se escuchaba una emocionante retreta y se dejaba ver al final del día un maravilloso espectáculo de fuegos artificiales.
Hoy 21 de noviembre, Campanario Urbano felicita a Guarenas por el día de su Patrona, Nuestra Señora de Copacabana.
Video: Nuestra Señora de Copacabana de Guarenas
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Fundador y editor de Campanario Urbano. Docente y director jubilado. Investigador de la historia de Guarenas. Fue cronista de prensa regional y apasionado coleccionista de fotografías y documentos antiguos.