Por la calle 5 de Julio del Cerro Colorado de Guarenas yo subía apurado para ir a la Escuela Nacional Graduada “Ambrosio Plaza”. Ese era mi paseo diario a mediados de la década de 1950, yendo todos los días desde la calle Ayacucho en La Candelaria hasta la calle Ambrosio Plaza del Pueblo Arriba.
En el camino veía y escuchaba a los loros, y además me hacían apresurar el paso las chivas de las Mendoza, de Lucía y de las Rodríguez, las cuales transitaban por esos predios.
En el camino también me encontraba a amigos del salón, ya que la Escuela Nacional Graduada “Ambrosio Plaza” era solo para varones. Por su parte, las niñas de seguro también iban apuradas, pero las que venían desde La Llanada subían por la calle Comercio, paralela a la calle Régulo Fránquiz (Bajada de Los Almendrones), para asistir a sus clases en la Escuela Nacional Graduada “Carabobo”, la cual era exclusiva para hembras. A esta calle se le conoce también como la «Bajada Carabobo».
Mantengo grandes recuerdos de mi educación primaria en la Escuela Nacional Graduada “Ambrosio Plaza”, en especial del Maestro Antonio María Piñate, quien impartía clases ahí desde el año 1929.
La Escuela Nacional Graduada “Ambrosio Plaza” originalmente tenía su sede en la calle Comercio, cerca de la Plaza La Candelaria. Para el año 1950, trasladó su sede a la calle Ambrosio Plaza del Pueblo Arriba, entre las calles 5 de julio y Venezuela.
Para aquella época, los niños asistían a la escuela en un único turno integral, el cual era de 8:00 a.m. a 11:00 a.m. y de 2:00 p.m. a 4:00 p.m. En esos años la matrícula estudiantil de Guarenas no era tan voluminosa, por lo cual era posible que cada estudiante pudiera hacer uso de su plantel educativo todo el día. Pero eso fue cambiando, dado el crecimiento poblacional de Guarenas.
Ya desde finales de la década de 1940, durante el Gobierno de Rómulo Gallegos, se venía planteando el concepto de las escuelas unificadas, así como la necesidad de convertir a algunos colegios de turno integral en colegios que tuvieran dos turnos, lo cual permitiría cubrir la creciente demanda de matrícula. A esto se sumaba el Plan Nacional de Edificaciones Escolares, el cual contó con presupuesto para la construcción de nuevos planteles educativos.
La unificación de escuelas en planteles mixtos significó un gran debate en aquella sociedad. La llamada coeducación establecía la necesidad de una formación integral y en igualdad de condiciones para ambos géneros, en donde la convivencia fuera el factor clave para evitar la discriminación de género. No sería fácil cambiar aquella mentalidad en donde se esgrimía que el niño miraría al mundo mientras que la niña miraría al hogar.
Es así como el primero de abril de 1959, con la unificación de las escuelas graduadas “Ambrosio Plaza” y “Carabobo”, se fundó el Grupo Escolar “Ambrosio Plaza” (hoy U.E.N.B. con turno integral). Aquí convergerían docentes, estudiantes y obreros de ambas escuelas.
La dirección del recién fundado grupo escolar estuvo a cargo de la Profesora Isabel Carrero de Orta (1923-2015), quien había trabajado en ambas escuelas graduadas, primero como docente en la «Ambrosio Plaza» y luego como directora en la «Carabobo». Fue una luchadora que sufrió las arremetidas del régimen de Marcos Pérez Jiménez, al ser suspendida de su cargo durante muchos años.
El Grupo Escolar “Ambrosio Plaza” se instaló en una edificación de dos plantas, muy moderna para la época, construida especialmente para tal fin y ubicada al este de la población en un terreno que fue parte de la Hacienda Trapichito, adyacente al actual Boulevard de las urbanizaciones 27 de Febrero (antes Menca de Leoni) y El Torreón.
Al Grupo Escolar “Ambrosio Plaza” se accedía a través de la Carretera Nacional. Fue el primer plantel educativo mixto de la región, y permitía una matrícula escolar de 600 alumnos por turno.
En la fotografía principal, cortesía de Blanca Azcona, vemos parte del personal docente del Grupo Escolar “Ambrosio Plaza” a finales de la década de 1960.
De Derecha a izquierda: Maestra Zapata, Ermelinda Flores, Flor Echezuria, Maestra Benilde, Profesor Paiva, Subdirectora Teresa de Martínez, Directora Isabel Carrero de Orta, Nery Soriano, Alicia de Díaz, Sonia Yaya, Rosa Soriano, Gladys Pibernat.
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Fundador y editor de Campanario Urbano. Docente y director jubilado. Investigador de la historia de Guarenas. Fue cronista de prensa regional y apasionado coleccionista de fotografías y documentos antiguos.