Coro Parroquial de Guarenas

De la Navidad en la Guarenas de antaño, yo recuerdo con emoción mi participación en el Coro Parroquial en los años 1956 a 1959.

El Coro Parroquial de Guarenas fue fundado por el Maestro Antonio María Piñate a inicios de 1951, siendo su director por casi tres décadas.

El Maestro Piñate y sus alumnos hacíamos una meritoria labor en el Coro Parroquial de Guarenas. Durante noviembre e inicios de diciembre, el Maestro convocaba a muchos niños y adolescentes a participar en las misas de Aguinaldos; era un semillero de futuros coralistas.

En los ensayos el Maestro Antonio María Piñate era muy detallista, exigiendo en nosotros el mayor compromiso y dedicación en el montaje de los aguinaldos para las festividades navideñas.

Con su característico e inolvidable humor, pero al mismo tiempo con la disciplina que él sabía imponer, el Maestro Piñate obtenía de nosotros las líricas afinadas que el canto de los aguinaldos demandaba.

Una vez que los estudiantes tomábamos nuestras vacaciones escolares por la época decembrina, el trabajo con el Coro Parroquial de Guarenas se intensificaba, ensayando a diario los hermosos aguinaldos venezolanos de autores populares.

Así mismo, el Coro Parroquial montaba aguinaldos tradicionales universales, como Noche de Paz, Adeste Fideles, Espléndida Noche, Gloria in Excelsis Deo, entre otros. Y es que al maestro Piñate no le gustaban los aguinaldos de tiempo rápido, sino los aguinaldos con una marcada cadencia.

El maestro Piñate conocía muy bien las festividades y ciclos en los que se divide el Año Litúrgico: Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua y Tiempo Ordinario.

Es así como el Maestro Piñate, además de montar junto a sus estudiantes los aguinaldos para la Navidad, compuso para el tiempo de Adviento unos hermosos aguinaldos, dotando de musicalidad a este ciclo que precede a la Navidad.

Los guareneros recuerdan con especial emoción los aguinaldos del Maestro Piñate: La Aurora Aparece, Se acerca la Noche, A Coro Los Pastores, Virgen Graciosa y Niño de Mi Vida. Este último, es un hermoso aguinaldo en donde nuestro amigo Antonio Castillo fue siempre el solista.

Su pasión por La Dolorosa lo llevó a componer el aguinaldo Virgen Graciosa, el cual habla de los Misterios Gozosos.

Muy temprano en la madrugada me levantaba en mi casa del sector La Candelaria de La Llanada de Guarenas, y apresurado subía al Pueblo Arriba en compañía de mi madre y mis hermanos para asistir a la Misa de Aguinaldos.

En aquella Iglesia de la Copacabana aún no remodelada y con su viejo campanario frontal, cuando aún no salían los primeros rayos del Sol, comenzaban a llegar los guareneros para asistir a la Misa de Aguinaldos.

Iglesia Nuestra Señora de Copacabana, Guarenas, Año 1948
Iglesia Nuestra Señora de Copacabana, Guarenas, Año 1948

Mi madre y hermanos ubicaban su puesto para la Homilía, mientras que yo orgulloso me ubicaba junto a mis queridos compañeros coristas, manteniéndonos atentos a la conducción magistral del Maestro Piñate.

Recuerdo en el Coro Parroquial de Guarenas a los siguientes integrantes, quienes participaban en las fiestas patronales, en Navidad o en Semana Santa: Dr. José Silva Campos, José Jesús González, Celsa, Nelly, Coromoto y Luis Cardozo, Idalia Castillo, Erasmo Núñez, Ramiro Ortega, Luisa y Julia Martínez, Ángel González, Antonio Castillo, Dámaso Acosta, Erlinda de García, Ana Cecilia y Sandra Silva Cardozo, Magda y Zobeida Urbina, Josefina García, Zenaida, Olivia, Eucaris y Sara Vera, Gloria León, Conrado, Otilia y Freddy Schneider, Mercedes y Mirta Ascanio Tovar, Alicia Muñoz, Natividad Viñado, Ángel Pereira, entre otros.

Al final de la Misa de Aguinaldos, íbamos a la Punta Abajo para comprar arepitas de papelón y anís. También recuerdo las arepitas de la Señora Rita Plaza.

Plaza Bolívar de Guarenas, año 1950
Plaza Bolívar de Guarenas, año 1950

Luego regresábamos a la Plaza Bolívar, en donde disfrutábamos del alba, de las arepitas dulces, de las patinatas y de la música navideña que interpretaban diferentes conjuntos: Emilio Bello y Los Guareneros, Carlos Toro y los Parranderos de Las Clavellinas. Se dejaban oír las voces de las hermanas Castillo y de las hermanas Rengifo.

Así se disfrutaba parte de la festividad decembrina en la Guarenas de antaño.

Tras la muerte del Maestro Piñate, ocurrida el día de Reyes de 1980, Sara Vera Ascanio y el Dr. José Silva Campos (†) asumieron la responsabilidad de continuar con la tradición de cantar los aguinaldos en las misas, permaneciendo en el Coro Parroquial los coralistas que había formado el Maestro Piñate.

Así mismo, con el apoyo del padre Alberto Perdomo, continuaron convocando a niños de Guarenas para su formación como coralistas de la Parroquia.


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