Aló… Aló… ¿Quién habla? ¿Me escuchas?

Y si a distracción con humor se tratare, nuestros entrevistados nos comentaron lo referente a la red telefónica de la Guarenas de antaño.

Ésta funcionaba mediante una operadora que manualmente introducía clavijas con los números telefónicos solicitados. Esto podía permitirle a la operadora, según fuera su curiosidad, oír las conversaciones privadas de muchos guareneros.

Puntillismo: Esquina Plaza Bolívar y calle Ambrosio Plaza. Guarenas, Miranda, Venezuela
Puntillismo: Esquina calles Ambrosio Plaza y Comercio, en la Plaza Bolívar de Guarenas.

Recuerdan ellos con mucho humor aquel día cuando en una de tantas conexiones, la telefonista permitió que una amiga suya se comunicara con el romance de infidelidad del esposo, una vecina.

¡Tremendo barullo se formó! Y súmenle a eso los respectivos comentarios pueblerinos. Aquí vale decir: “Pueblo chiquito infierno grande”.

En aquella época, los número de teléfono de Guarenas apenas contaban con dos dígitos. Para las operadoras era fácil memorizar los números de las familias, y en ocasiones pedías a la operadora comunicarte con un número y te respondían: «Ellos no están en su casa ahora».

Antiguo número de teléfono. Calle Comercio de Guarenas
Antiguo número de teléfono. Calle Comercio de Guarenas

Las fotografías de este artículo nos dejan ver la casa ubicada en la esquina de las calles Ambrosio Plaza y Comercio, en la Plaza Bolívar de Guarenas. No se recuerda mucho este hecho, pero ese segmento era el inicio de la calle Comercio que fue adherido posteriormente a la Plaza Bolívar, siendo ahora un boulevard de la misma.

Era en un espacio de esta casa donde se ubicaba la central telefónica. Años después, fue remodelada por la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela (CANTV), colocando teléfonos monederos y otros servicios.

Esquina Plaza Bolívar y calle Ambrosio Plaza. Guarenas, Miranda, Venezuela
Esquina calles Ambrosio Plaza y Comercio, en la Plaza Bolívar de Guarenas.

Fotografías relacionadas:

3 respuestas a «Aló… Aló… ¿Quién habla? ¿Me escuchas?»

Los comentarios están cerrados.

Derechos reservados, Campanario Urbano