Les había comentado sobre los árboles emblemáticos de Guarenas que han sido testigos incondicionales de nuestra historia y cultura. Uno de ellos era el samán de la Hacienda Trapichito.
Mientras caminábamos y contemplábamos el Cerro Papelón, los muchachos de la Guarenas de antaño íbamos a pedir melcocha a la Hacienda Trapichito, para luego merendar y descansar bajo ese frondoso samán que estaba al lado de la sala de calderas.
Hoy en día podíamos contemplar a este samán en las inmediaciones de la Urbanización El Torreón, así como parte de los hornos y torreón de la otrora Hacienda.
El Samán de la Hacienda Trapichito, después de tantas décadas de recibir el olor a melaza, de ser testigo de la Parranda de San Pedro que partía de esta hacienda bajo la conducción de Norberto Blanco, después de ver la transformación del pueblo y brindar su sombra a tantos guareneros, decidió despedirse de nosotros en la madrugada de este lunes 26 de julio.
Sus raíces no pudieron sujetar tantas décadas de vida e historia; sus ramajes cargaron por última vez las gotas de lluvia y, ante el peso del agua, la tierra fértil que lo vio crecer dejó caerlo para su descanso.
En su despedida, el samán no lastimó a ninguna persona, solo se dejó sentir por su estruendo y por los daños que causó al modernismo que lo cercaba.
Debemos mirar a nuestro alrededor, proteger y conservar la flora de Guarenas, y en especial la de estos emblemáticos árboles que han ayudado a dibujar nuestra historia, podándolos de manera preventiva, dándolos a conocer con orgullo y sentido de pertenencia.
El samán de la Hacienda Trapichito quedará en la memoria histórica de Guarenas.
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Fundador y editor de Campanario Urbano. Docente y director jubilado. Investigador de la historia de Guarenas. Fue cronista de prensa regional y apasionado coleccionista de fotografías y documentos antiguos.