Monseñor Pío Segundo Bello Ricardo, nacido el cinco de mayo de 1921 en la casa grande de la Hacienda La Concepción de Guarenas, siendo sus padres Don José María Bello González y Doña Dilia Ricardo Eschell.
El Señor José Ignacio Gori Bello, nieto de la Señora Dilia Ricardo Eschell, y sobrino de Monseñor, nos habló de una bella historia tal como se la narró su abuela, de cómo fue la chispa de inspiración del joven Pío Bello para dedicarse a la vida sacerdotal.
Fue un día fresco y claro a finales de la década de 1930, cuando un grupo de jóvenes acompañados por un adulto llegaron a los predios de la Hacienda La Concepción. Una vez ahí, se acercaron al capataz y con mucho respeto le pidieron permiso para mantenerse en el lugar durante un buen rato y poder disfrutar del paisaje y del aire fresco, el cual estaba impregnado del inconfundible olor de la melaza hirviente que provenía de las pailas ubicadas en la sala de calderas de aquel ingenio de trapiche.
El joven Pío Bello vio a este grupo de muchachos en aquella mañana, preguntando: “¿Quiénes son?”. Ellos le explicaron que provenían de un seminario.
A partir de ese momento, Pío Bello con la inquietud de joven, le dijo a su padre: “Papá, quiero irme al seminario”.
Su padre le preguntó: “¿Por qué quieres irte al seminario?”.
A lo que el joven Pío respondió con total naturalidad y simpleza: “Veo que ellos se divierten mucho, quiero irme al seminario”.
Después de mucha insistencia, el Señor José María Bello González, no de muy buenas ganas accedió a que su hijo se fuera al seminario, pensando que dejándolo ir un año interno le haría cambiar de opinión.
Sin embargo, el joven Pío Bello pidió continuar en el seminario al año siguiente. Su padre le dijo que no podría continuar porque le resultaba difícil sufragar su estadía y estudios en el seminario.
Así que el joven seminarista tuvo que abandonar y regresar a la casa grande de la Hacienda La Concepción. Pero para sorpresa de su padre, Pío Bello planteó su problema a la Iglesia y logró que le otorgaran una beca de estudios. Así que al poco tiempo ya estaba de vuelta al seminario.
El Señor José María Bello González, apenado por haber argumentado su no capacidad financiera para cubrir los costos de estudio de su hijo, comenzó a enviar al seminario mensualmente una carga de rico papelón producido en la hacienda, cuya redención en dinero era equivalente al costo mensual del internado.
La fotografía, cortesía del Señor José Ignacio Gori Bello, es durante la consagración episcopal de Monseñor Pío Segundo Bello Ricardo, el 10 de Julio de 1977 en La Catedral de Caracas.
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Fundador y editor de Campanario Urbano. Docente y director jubilado. Investigador de la historia de Guarenas. Fue cronista de prensa regional y apasionado coleccionista de fotografías y documentos antiguos.