En Guarenas se han manifestado hermosas tradiciones cargadas de valores, creencias y costumbres, las cuales vamos transmitiendo de una generación a otra, como es el caso de la tarjeta de navidad en Guarenas.
Estas prácticas nos permiten resaltar y disfrutar el presente, pero también nos brindan la posibilidad de rememorar aquel pasado hermoso lleno de gratas vivencias.
Estas costumbres vienen cargadas de símbolos y objetos tangibles.
Uno de estos símbolos que se manifestaban en Guarenas con especial emoción era la Tarjeta de Navidad.
Por muchas décadas fue costumbre en la Guarenas de antaño enviar mensajes navideños escritos, a través de los cuales hacíamos reflexión del año vivido y deseábamos a nuestros familiares y amigos unas felices pascuas, así como el deseo expresado de un venturoso año, en donde la salud, armonía y paz fueran los pilares fundamentales de ese futuro inmediato.
El Telégrafo de Guarenas recibía gran cantidad de estas misivas provenientes de la ciudad Capital y del interior del país, entregando a tiempo estos mensajes de fraternidad. Sus destinatarios recibían con gran emoción la salutación de sus amigos y familiares lejanos.
Con el pasar de los años, se adoptó en Guarenas el uso de la Tarjeta de Navidad.
Ahora las familias guareneras imprimían una buena cantidad de finas tarjetas navideñas con dedicatorias personalizadas.
Durante el mes de noviembre, la Imprenta Copacabana de Don José Bernabé Urbina, imprimía las tarjetas navideñas con las esmeradas dedicatorias de las familias guareneras.
En décadas posteriores, el creciente comercio impulsó de forma masiva el uso de las tarjetas navideñas. Ahora se le sumaba a la tradición una nueva costumbre: Escoger la Tarjeta de Navidad.
Recibíamos entonces tarjetas no solo de nuestros seres queridos, sino también de comercios y bancos, quienes saludaban a su clientela en esa época especial.
Incluso, la tecnología dotó de música a la Tarjeta de Navidad. Todos se asombraban al abrir una tarjeta navideña que emitía la melodía de algún villancico.
Posteriormente, el plástico se hizo presente y los más jóvenes preferían regalar aquellas pequeñas tarjetas plásticas.
Recuerdo con nostalgia la gran cantidad de tarjetas navideñas que recibíamos en casa y colocábamos en el arbolito. Eran una muestra de consideración y afecto por parte de nuestros familiares, amigos y socios comerciales.
Con el advenimiento de la telefonía móvil, el internet y las redes sociales, la costumbre de la tarjeta navideña se ha transformado.
Las tradiciones son parte del legado que nuestros antepasados nos han entregado. Debemos honrarlas y practicarlas para mantener la memoria histórica de Guarenas.
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Fundador y editor de Campanario Urbano. Docente y director jubilado. Investigador de la historia de Guarenas. Fue cronista de prensa regional y apasionado coleccionista de fotografías y documentos antiguos.