Genoveva Silva de Lugo

Para finales del siglo XIX aún existían en Guarenas las juntas de caridad, integradas por un médico, un boticario y el sacerdote. Ésta era la forma en que se atendía la salud de la población, tal como lo hizo Genoveva Silva de Lugo.

El médico contaba con escasos y rudimentarios instrumentos para evaluar los síntomas y emitir su diagnóstico. Por su parte, el boticario estaba atento a las indicaciones del médico para luego proceder a preparar sus fórmulas magistrales con esencias químicas y naturales. Entre tanto, la presencia del sacerdote era indispensable para transmitir tranquilidad y ayuda espiritual a la persona convaleciente.

Guarenas contaba con un Hospital de Caridad, que por su reducido espacio solo permitía atender a un bajo número de pobladores. Por ello, la atención médica era realizada principalmente en la casa del convaleciente.

El terremoto del 29 de octubre de 1900 dejó en ruinas al Hospital de Caridad de Guarenas. Pasarían 36 años para ver de nuevo un centro hospitalario en Guarenas: El Hospital Dr. Francisco Rafael García de la calle Bolívar.

Samán de la antigua Plaza del Pueblo Arriba de Guarenas, luego Plaza Bolívar, año 1900.
Plaza del Pueblo Arriba de Guarenas después del terremoto del 29 de octubre de 1900. Luego reinaugurada como Plaza Bolívar.

Pero entre tanto, los cuidados médicos en el primer tercio del siglo XX seguirían siendo realizados en Guarenas a domicilio gracias a la ayuda de numerosas personas. Una de ellas fue Genoveva Silva de Lugo.

Genoveva Silva de Lugo fue mujer noble y de gran fe, con formación cristiana, que comenzó a ayudar en Guarenas al desvalido, al enfermo y al que le solicitara su servicio por caridad. Su esposo fue el Señor Francisco Lugo.

Esquina del Hospital, calle Bolívar con calle Colón, Guarenas, año 1940.
Hospital Dr. Francisco R. García de la calle Bolívar de Guarenas, año 1965.

En un principio, Genoveva ayudaba en el Hospital de Caridad o casa de beneficencia, pero luego de su desplome en 1900 ella usó su vivienda como centro de atención para los pacientes de escasos recursos, a quienes proveía de asistencia y albergue nocturno.

Después de enviudar, Genoveva siempre mantuvo la idea de crear una congregación religiosa, cuya misión sería la de ayudar al necesitado y al enfermo. En este sentido, Genoveva reunió la intención de numerosos ciudadanos de Guarenas, quienes con la anuencia de la parroquia lograron sumar voluntades y vocaciones.

Pero la muerte la sorprendió un 8 de mayo de 1919 sin poder ver realizado su sueño. Genoveva no tuvo descendientes directos.

A finales de la década de 1970, cuando el cielo nocturno de Guarenas comenzó a iluminarse por las luces rojas de la nueva autopista Petare-Guarenas, fue construida una plazoleta en la intersección que marca el inicio de la Av. Intercomunal y la calle Unión de Tocorón.

Plazoleta en la intersección de la Av. Intercomunal y la calle Unión de Tocorón, nombrada el 21/11/1979 como Genoveva Silva de Lugo.
Plazoleta en la intersección de la Av. Intercomunal y la calle Unión de Tocorón, nombrada el 21/11/1979 como Genoveva Silva de Lugo. Fotografìa julio de 2021.

A ese espacio, que muchas veces llaman Plazoleta de Guacarapa, le fue colocado el nombre de Genoveva Silva de Lugo el día de la Virgen de Copacabana, el 21 de noviembre de 1979, honrando así su labor de devoción hacia los más necesitados.

Genoveva Silva de Lugo es parte de la memoria histórica de Guarenas.

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