Curupao, lugar agradable, muy fresco, de frondosos árboles de aguacate, mango y una tupida vegetación.
Les había hablado de los pozos del río La Guairita. Ahora quiero hablarles de una de las vivencias del sector Curupao de Guarenas, en relación a los trabajadores de la Planta Eléctrica que se residenciaban ahí con sus familias.
Los hijos de los trabajadores de la Planta Eléctrica asistían a la Escuela “Rafael Arévalo González”, la cual estaba escondida entre el bosque que la rodeaba y el río que la recortaba en la hondonada del cauce.
La antigua casa de la escuela mostraba sus viejos muros, sus pasillos y patios embaldosados, una pajarera y un palomar. Por referencia de los que ayer fueron sus alumnos, recordamos a sus maestros: Rita García de Díaz e Hilda de Chacón.
En esta aldea hacían vida los trabajadores de la Electricidad de Caracas, conformada por más de 10 casitas al estilo colonial, construidas de bahareque, con sus techos de caña y tejas, rodeada de jardines y de árboles frutales, especialmente de aguacate y de mango.
Como cosa curiosa, podemos citar que a finales de quincena el mercado para los trabajadores era transportado en burro desde el casco de Guarenas, el cual partía de la galera de Delfín Mendoza.
Video: Zona rural de Curupao en Guarenas, al pie de la extensión del Parque Nacional El Ávila, con impresionante vegetación y la frescura del Río Curupao. En esta zona se encuentra la Planta Eléctrica ELEGGUA y el Campo Escuela «Kathy Phelps» de la Asociación de Guías Scouts de Venezuela.
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Fundador y editor de Campanario Urbano. Docente y director jubilado. Investigador de la historia de Guarenas. Fue cronista de prensa regional y apasionado coleccionista de fotografías y documentos antiguos.