En todos los pueblos de Venezuela, a través de los siglos, estuvo arraigada una tradición, un sentir del pueblo: La quema de Judas.
Muñeco de trapo, a veces bien trajeado con paltó, sombrero y corbata; otras veces simplemente con una cachucha; ha sido exhibido en burro, carretilla, carro, bicicleta o sentado en una silla con su respectiva cuerda; paralizando al transeúnte o al tránsito automotor, para obtener así colaboración monetaria antes de la quema de éste.
En nuestro terruño, se celebra este acto a lo largo de sus diversos sectores. Recordamos a Pablo Gutiérrez cuando alegraba el Domingo de Resurrección con el Judas en el sector La Pelota, acompañado de juegos y golosinas para la muchachada. Igualmente en Pariata, disfrutamos por muchos años al Judas que diseñaba el Señor Héctor Armas, representación que llamaba mucho la atención a propios y ajenos por su característico humor. También en el sector El Parque, recordamos el Judas que elaboraba la familia Vargas.
Hoy en día se ha proliferado en Guarenas la hechura de Judas, y en Domingo de Resurrección, encontraremos múltiples Judas en la jurisdicción del Municipio Plaza.
Esta tradición la heredamos de España y nuestros pueblos la conservaron y la hicieron suya a través de los siglos.
Es Judas Iscariote, quien vendió a su maestro por treinta monedas de oro, quien será castigado por los creyentes por su traición. Es Judas este muñeco estrafalario, ahora con las características de algún personaje público que quizás no haya cumplido con sus funciones; por eso es llevado a la hoguera para ser castigado por el pueblo.
Durante este día y antes de la quema de Judas, se hace lectura del testamento, elaborado éste con cuartillas de estrofas rítmicas que hacen mención de supuestos herederos que forman parte del conglomerado. Algunas de sus estrofas dicen así:
I
Mi paltó de cuadrito
Y mi valija vacía
Se la dejo de recuerdo
Al Comandante de la policía
II
Y mi chinchorrito viejo
Porque ya está reventado
Lo dejo a Leo Cedeño
Pa´que duerma acomodado
III
Aquí está Judas Señores
Y en cada esquina discurro
Ya he encargado a Patón
Para que me ataje el burro
IV
Y mi corbata tan fina
Comprada en Buenaventura
Se la dejo a Muchachito
Pa´ aliviá su calentura
La imagen de esta publicación es El Beso de Judas o Prendimiento de Cristo, pintura realizada aproximadamente en 1602 por el artista barroco italiano Michelangelo Merisi da Caravaggio.
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Fundador y editor de Campanario Urbano. Docente y director jubilado. Investigador de la historia de Guarenas. Fue cronista de prensa regional y apasionado coleccionista de fotografías y documentos antiguos.