Nuestros padres, y sus generaciones anteriores, mantuvieron bellas tradiciones dignas de conservar. Es así como a los atavíos de la Guarenas de ayer se le daba mucha importancia.
Estar bien vestidos y presentables era cosa obligatoria al momento de salir a la calle. Además, existía un código de vestimenta para cada ocasión, con lo cual se otorgaba el debido respeto a la actividad realizada.
Y es así como los guareneros tenían durante el año diversas fechas para poner en práctica una de sus grandes vocaciones: Engalanarse.
En las fotografías podemos apreciar dos ocasiones distintas que cumplían con la pauta de vestimenta de la época.
La primera de ellas refleja la inocencia y emoción de estos niños, al mostrar a la cámara fotográfica su nuevo vestuario en la Plaza Bolívar de Guarenas en el año 1949. Estos trajecillos blancos eran típicos para celebrar la venida del Niño Jesús o las Fiestas Patronales de Nuestra Señora de La Copacabana. En esta fotografía vemos al fondo la calle Bolívar.
La otra fotografía se corresponde a la Procesión del Santo Sepulcro de Guarenas en la década de 1930, específicamente en la esquina de las calles Comercio con Ayacucho. Noten que la mayoría de los asistentes visten de traje color blanco, mientras sostienen sus sombreros en señal de respeto
Los atavíos de la Guarenas de ayer no volverán, pero podemos recuperar la tradición de engalanarnos según la ocasión.
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Fundador y editor de Campanario Urbano. Docente y director jubilado. Investigador de la historia de Guarenas. Fue cronista de prensa regional y apasionado coleccionista de fotografías y documentos antiguos.